Mariann García (@MariannGarcia) - Después de más de dos meses de espera los aficionados del Caracas FC acudieron al lugar donde gritan, lloran y se apasionan cada día por los colores de su equipo, el estadio Olímpico de la UCV. Pocas son las ocasiones en las que en un inicio de temporada se logra ver tantas personas en un partido, los jugadores se asombraron, pero también lucharon en el terreno para darle la alegría a su gente de gritar un gol y celebrar un triunfo.
Desde tempranas horas de la tarde la plaza de los estadios estaba llenada de camisas rojas, aficionados que esperaban la apertura de las puertas del recinto para poder ingresar y comenzar a colocar sus acostumbrados “trapos”. La organización abrió las puertas del Olímpico a las dos de la tarde y desde ese momento las sillas verdes de las gradas se teñían de rojo.
Los jugadores estaban sorprendidos de ver tantas personas, eso los llenó de muchas más ganas y al salir escucharon el recibimiento en el que la barra coreó el nombre de algunos jugadores e hizo que por un momento la lluvia de papeles se hiciera presente en el espectáculo. El sol estaba en su punto, aunque los aficionados tomaron sus previsiones y para decorar el ambiente aparecieron con paraguas de colores blancos y rojos, estos hacían que las miradas sólo fueran dirigidas a esa grada sur donde los primeros tonos se dan y siempre están para alentar a los Rojos del Ávila.
El grito de gol en diversas ocasiones se ahogó, pero en el minuto 26 del encuentro estalló cuando Alexander González metió el gol de la tarde que le dio los tres puntos al equipo de la capital. La familia de este jugador se encontraba en la tribuna principal y desde ahí vivían y sufrían cada acción que el juvenil hacía con el balón.
Terminaba el primer tiempo y comenzaba el segundo, pero antes en el entretiempo, se hicieron presente los pequeños del plan vacacional para robar sonrisas a los asistentes y darle pie al homenaje de los tres “rojos” que estuvieron presentes en la Copa América, ya que Franklin Lucena, Alexander González y Renny Vega se les otorgó una placa por su valiosa actuación con la Vinotinto. Mientras se realizaban estos actos, en la grada norte algunos aficionados del Caracas tenían conflictos verbales con un pequeño grupo de personas que apoyaban al Trujillanos, el momento no pasó a mayores y la policía actuó rápido para evitar agresiones que empañaran esta bonita fiesta que es el fútbol venezolano.
Aunque en la segunda parte no hubo gol, si se mantuvieron las canciones y el aliento de la barra que nunca descansó y hasta los últimos minutos vivieron la fiesta en el Olímpico. La espera valió la pena y hoy celebran todos por este comienzo con el pie derecho que les permite soñar con un título.
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