Ciclo natural.

Todos hemos sido amargos espectadores del “Éxodo rojo”. Luego de vivir con gran alegría esa campaña de ensueño donde conquistamos el Torneo Apertura, la novena estrella y donde hicimos un papel extraordinario en la Copa Libertadores de América, ahora nos vemos tristes al ver el desfile de estrellas que parten de nuestro amado equipo rojo, con destinos internacionales (y algunos nacionales).

El primero que inauguro la exportación de nuestros jugadores fue el gran capitán José Manuel Rey. Quien después de su papel impecable en la Libertadores (en donde destacan 2 goles brillantes), se va al AEK Larnak de la exótica liga de Chipre, en calidad del Fichaje más costoso de la historia del club chipriota.
A partir de la salida del defensor, empezó la salida de casi 10 figuras de la institución capitalina, hasta ahora.

Y no es de extrañar. El desempeño del Caracas F.C. en la copa Libertadores fue destacable y altamente reconocido. Vimos un equipo que no solo se veía compenetrado sino también motivado, que mostraba genialidades en el campo. Pero también resaltaron las cualidades individuales de figuras como Javier Toyo con sus reflejos felinos, de Edder Pérez con sus combas quiebra-cinturas, de Weymar Olivares con su característica rudeza, y de Cesar González con su empuje constante y su visión de juego, por solo nombrar algunos.
Y mostrar tanta calidad en una vitrina internacional tan importante como la Copa Libertadores da pie a una lluvia de ofertas por los jugadores del Caracas.

Curioso el sentimiento que provoca, no? Es hasta irónico… contradictorio, es como sentirse “Tristemente orgulloso”. Tristes porque se disuelve el grupo que tanta alegría nos dio, que nos hizo soñar con unos cuartos de final ganándole a equipos grandes de Brasil y Argentina, y orgullosos porque la razón de su salida es su calidad y habilidad que despertaron curiosidad en equipos extranjeros.

Pero no solo los equipos extranjeros han puestos sus ojos en el banquillo rojo sino también los equipos nacionales. Gracias a la expansión, los equipos recién ascendidos se han visto en la urgente necesidad de conseguir jugadores de calidad de 1ra división para poder conformar un equipo competitivo. Éste naciente, y muy activo mercado de fichajes nacional ha puesto al Caracas como una tienda de jugadores para aquellos que buscan calidad de procedencia nacional.

Pero este fenómeno de jugadores que parten con otros rumbos no es extraño, ni ajeno para el Caracas F.C., al contrario, es un proceso por es cual esta acostumbrado a pasar, es el ciclo natural por el que pasa el equipo cada varios años y por el cual se ha ganado un puesto como uno de los grandes desarrolladores de jugadores nacionales.




Es un ciclo compuesto por 3 pasos: Nacimiento, Desarrollo y Cúspide. Y esta es la columna vertebral de la institución roja.

Estemos claros… los jugadores no son eternos, ni tampoco tienen un contrato de por vida con el Caracas. Por lo tanto hay que estar en constante desarrollo de nuevos talentos para que cuando la estrella salga, en vez de dejar un vació irremplazable, lo que deje es un espacio y una oportunidad para que el jugador promesa se convierta en la próxima figura.

La cantera y las menores son el alma del Caracas y es un seguro de vida y permanencia en una liga que cada vez se hace más competitiva. De las inferiores han venido figuras como Alejandro “lobito” Guerra, Ronald Vargas, Andrés Rouga, etc.

Sin duda es una apuesta inteligente, que garantiza la continua disponibilidad de jugadores para el equipo y a la vez es un aporte valiosísimo al fútbol nacional en general.
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