David De Pasquale (@Dave_51) - La del Caracas FC en Primera División es una historia relativamente corta, marcada por un meteórico ascenso en el cual ha logrado nutrir sus vitrinas con 17 trofeos y le ha llevado a representar al país en 21 torneos internacionales, además de haber sido, por mucho tiempo, principal fuente de jugadores para la selección nacional en todas sus categorías. Todo esto conseguido, en gran medida, por la responsable y seria gerencia de la Organización Deportiva Cocodrilos.
Probablemente, toda esta exitosa historia o ni tan siquiera la propia existencia del Caracas FC como divisa en la máxima categoría habría sido posible de no ser la apuesta de una familia y una marca que siempre han estado ligadas al motociclismo: Los Ippolito junto a su equipo de futbol amateur, Yamaha FC. Una apuesta que dio como fruto la consecución un titulo en la 2da división, con el cual cristalizaron el ascenso a la máxima categoría un día como hoy, 29 de septiembre de 1984.
Andrea Ippolito junto a su hijo Vito Ippolito cuya otra pasión aparte del motociclismo era la del futbol, decidieron fundar en 1976, junto a otros directivos, el Yamaha FC, un equipo que sería inscrito en la Asociación Mirandina de Futbol para disputar diversos torneos a nivel distrital. Durante los años en los que participó en dichas competiciones, tuvo cierto éxito, llegando a alcanzar dos subcampeonatos.
A finales de 1983, el Comité de Futbol Mayor decidió reiniciar las actividades del torneo de 2da División, el cual no se había disputado durante ese año, y abrió las inscripciones para los equipos interesados en participar en la temporada de 1984. Los directivos del Yamaha FC, quienes ya tenían la intención de dar el salto al futbol profesional, vieron en esta noticia una gran oportunidad y oficializaron su participación en el torneo de ascenso. Con la decisión tomada, el DT Adolfo Castro junto a su asistente José María Bisbal decidieron mantener la base de jugadores que conformaron la plantilla del equipo durante su estancia en el futbol amateur.
Por otro lado, los directivos, tomando en cuenta el nuevo ámbito al cual se enfrentaría la divisa, decidieron que no era buena idea mantener únicamente el nombre Yamaha FC porque sería difícil que los aficionados lo vieran como algo más que un equipo de empresa. Por ello, tomando en cuenta que los clubes de la capital representaban tradicionalmente a colonias (Deportivo Italia, Deportivo Galicia, Deportivo Portugués), sería importante que el nuevo equipo profesional llevase el nombre de la ciudad, de tal manera que pasó a llamarse Caracas-Yamaha FC. Con un nuevo emblema y vistiendo los colores azul en su indumentaria principal y blanco en la alternativa, asumiría como casa al Estadio Nacional Brigido Iriarte para esta nueva aventura en la 2da División.
Caracas-Yamaha FC, con su indumentaria principal.
Los éxitos no tardaron en llegar, Caracas-Yamaha se mantuvo invicto durante las primeras 15 jornadas del torneo de ascenso, lo cual le permitió despegarse fácilmente en la punta del Grupo Central que terminó adjudicándose a 9 puntos de su más cercano perseguidor, el Atlético Maracay.
Así, el equipo motorizado (tal como era conocido el Caracas-Yamaha en ese entonces), pasó a disputar la fase final del torneo manteniendo el mismo ritmo arrollador de la ronda previa, logrando seis victorias y dos empates en ocho jornadas disputadas, lo cual le dio la oportunidad de poder titularse campeón a dos fechas de finalizar la contienda.
Sería el 29 de septiembre de 1984 que Caracas-Yamaha FC enfrentaría el partido que terminaría por resultar decisivo ante el Atlético Anzoátegui. En ese encuentro, Jorge “El Pájaro” Matamoros se vistió de héroe al marcar el gol histórico que a la postre le dio el campeonato y el ascenso a la 1ra División a la divisa capitalina y puso el broche de oro a la temporada de ensueño de un equipo que también albergó al máximo goleador del torneo, el delantero uruguayo Hugo Maceiras, autor de 23 tantos.
El equipo asumiría su compromiso en la 1ra División, comenzando por simplificar la denominación de la divisa, que pasaría a llamarse Caracas FC. Para tal fin, incorporaron a la directiva a José León Beracasa, propietario legal del nombre que había sido registrado en 1967 para su propio equipo de fútbol amateur que participó en torneos de veteranos, sin imaginar lo que terminaría significando dicha denominación para el futbol profesional venezolano.
La directiva asignó la dirección técnica a Nerio Hernandez para su primera aventura en la 1ra división, pero mantuvo a la mayoría de los miembros de la plantilla que le dieron el título del ascenso. Entre ellos, habían nombres notables que se luego se harían un espacio en la etapa de consolidación de la divisa en la máxima categoría, tal como los ya mencionados “Pájaro” Matamoros y Hugo Maceiras (que, en 1985, anotaría los dos primeros goles en la historia del club en Primera División), además de Pablo Mendoza, Pedro Manuel González, y el más destacado de ese grupo, el defensor Franco Gerani, quien perduró más tiempo con el Caracas FC, llegando a formar parte de la plantilla ganadora de la Copa Venezuela de 1987, bajo el mando de Valdeir “Badú” Vieira.
Caracas FC - 1986. Arriba: Cesar Baena, Julio Cuauro, Wilton Arreaza, Franco Gerani, José Davila y Nestor Arias. Abajo: Wilmer Segovia, Gabriel Miranda, Luis Enrique Mendoza, José Herrera y Robert "Bobby" Ellie (C).
A pesar de finalizar último en la temporada de 1985, Caracas FC sobrevivió a la posibilidad del descenso durante su primera temporada, gracias a la expansión del torneo de 1ra división en 1986. La llegada de RCTV a la directiva del equipo en ese año, sería el comienzo del fin de la presencia del grupo que llevó a la divisa a la máxima categoría. Nerio Hernandez junto a gran parte de la plantilla de la temporada anterior salieron para dar paso a Manuel Plasencia en el puesto de DT, que llegaba junto a jugadores de jerarquía como Pedro Acosta, “Bobby” Ellie, Bernardo Añor, Wilton Arreaza y César “Guacharaca” Baena.
Caracas FC mantuvo los colores azul y blanco del Caracas-Yamaha hasta la temporada 86-87, cambiando al blanco como color principal y comenzando a incorporar el rojo en la indumentaria alternativa, el cual después de 1989 terminó por convertirse en el color tradicional que mantiene hasta la actualidad.
Caracas FC en 1987, vistiendo su indumentaria roja en una gira de pretemporada que realizó en España.
El último vinculo de la vieja divisa Caracas-Yamaha con el Caracas FC finalizó en 1989, cuando tras los problemas económicos resultantes del abandono por parte de RCTV, la directiva en la que aun permanecían Vito Ippolito y José León Beracasa vendió la divisa a la Organización Deportiva Cocodrilos, dirigida por el Dr. Guillermo Valentiner, y el resto es historia más que conocida. Caracas FC terminó convirtiéndose en el equipo más laureado del fútbol profesional venezolano y en uno de los representantes cotidianos de nuestro balompié en el ámbito internacional.
Caracas-Yamaha FC fue la semilla que germinó en la gloriosa divisa que aun sigue brindando alegrías a sus seguidores, y a pesar que la mayor parte de sus éxitos y triunfos sucedieron luego de la salida de los integrantes de aquella generación, sin su logro de aquella tarde del 29 de septiembre de 1984, hoy no estaríamos hablando de los Rojos del Ávila.
Los héroes del Caracas-Yamaha FC: Pedro Manuel González, Ibón Goitia, Luis Vargas, Paul Martínez, “Papi” Porra, Franco Gerani, José Hernández, Wladimir Galavis, José “Caimán” Useche, Juan Bonifaz, Gilden Bonifaz, Hugo Parra, Pablo Mendoza, Wilmer García, Jorge “El Pájaro” Matamoros, Hugo Maceiras, Carlos Garrido y Luis Cassano.
no es gilden bonifaz es ivan bonifaz, y falta en estos integrantes el guayanés natural de San Félix, Estadio Bolívar hugo freitas que esta en la foto de arriba tomada en pueblo nuevo y que también venia del equipo de yamaha amateur.
ResponderBorrarfalta el portero Jorge Aguilar que era el titular cuando ascendieron.
ResponderBorrarRecuerdo esos juegos; escribe Luis Felipe Rojas sobrino de " EL TORTUGUITA " LUIS CASSANO (ARGENTINO) . Excelente equipo con mucho compromiso y espíritu competitivo. Época de oro . Bendiciones para todos.
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